domingo, 10 de diciembre de 2017

Los aljibes: almacenes de agua potable: The fort's cisterns for storage of fresh water

Uno de los aspectos fundamentales de las fortificaciones fue el abasto de agua para la dotación. Para ello se utilizaron los aljibes, que recolectaban el agua de lluvia. Estas fueron una de las primeras obras constructivas del Castillo, iniciadas poco después de su planeamiento, entre 1689 y 1693. Era vital para el personal que allí vivía y trabajaba día a día en su construcción, tener un abastecimiento de agua potable.

 
Durante los planes la reedificación del inmueble entre 1768 y 1772, se hablaba del mal estado de los tres aljibes con que contaba la fortaleza. Las cartas de los contratistas, constructores, arquitectos y el gobernador de la isla mencionan la recomposición de los aljibes, en especial el fondo, las paredes y sus bombas, que fueron dañadas en la explosión del verano de 1762. Los aljibes o cisternas fueron primeramente revisados en 1768 y finalmente recompuestas en 1781, con un costo total aproximado de 390 pesos.

En 1777 uno de los aljibes se reventó, posiblemente durante las labores reconstructivas. Con el paso del tiempo y la instalación del agua corriente, estos espacios quedaron en abandono. En 1998, mientras se realizaban trabajos arqueológicos en la fortaleza, un grupo de investigadores descendieron en cuerdas al aljibe que se encuentra a un lado de la Casa del Gobernador, donde fueron hallados cantidades de documentos históricos olvidados desde la década de 1940.


Cisterns for storage of fresh water

One of the main aspects of any fortification is the water supply. Cisterns and wells were used to collect rainwater as means of storing the needed water for all the functions of the fort. These were one of the first features built on the fort, beginning shortly after its planning between 1689 and 1693. It was vital for the troop and the people that worked day by day on its construction to have a supply of drinking water.


During the reconstruction of the fort, between 1768 and 1775, the three existing cisterns were in a very poor state. Contractors, builders, architects and even the island Governor wrote letters mentioning the necessary repairs of the cisterns, more impending where its floors, walls, and vaults which had been damaged during the explosion in 1762. The cisterns were first inspected in 1768 and finally rebuilt by 1781. In 1777 one them burst, possibly during its reconstruction. Their rebuilt had a total cost of about 390 pesos.

With the later and more modern installation of running water on the fort, the cistern system became obsolete. In 1998, while conducting archaeological work in the fortress, archaeologists descended into the cistern located next to the Governor's House where they found many historical documents that were deposited there into the 1940's.

viernes, 10 de noviembre de 2017

Las Colisas para los cañones de la plataforma de San Juan: The cannon roller paths on San Juan's platform

En la década de 1880 se proyecta la renovación de la artillería del Castillo de San Severino, que ya estaba obsoleta para entonces. Los nuevos cañones, del denominado Sistema Elorza, tenían mayor alcance y rendimiento, a la vez que permitía una movilidad más dinámica. Eran montados sobre cureñas de madera con ruedas de metal que giraban sobre las colisas en forma de arco.


En San Severino fueron instaladas al menos una en el Baluarte de San Antonio y tres en la Plataforma de San Juan. La artillería nueva aparece en un par de planos, pero un hallazgo interesante fue encontrar una foto del siglo XIX, donde aparecen cuatro cureñas de madera con ruedas en la Plataforma de San Juan. Pero además, cuando los arqueólogos monitoreaban los trabajos de limpieza en la fortaleza, se localizaron dos de las colisas mencionadas, excavadas en un piso de sillares que era desconocido hasta ese momento. Otra estructura semicircular también fue descubierta, probablemente para una tercera pieza de artillería. Un detalle importante es que para la instalación, tuvieron que hacer grandes modificaciones a la Plataforma, lo que incluyó demoler parte de la muralla con las antiguas troneras y las banquetas, utilizadas para que la tropa pudiera ver por sobre el parapeto. A pesar de no contar con esas extraordinarias piezas de madera en la actualidad, nos quedan las huellas de las colisas, labradas en la roca.


The cannon roller paths on San Juan’s platform

The artillery of Castillo San Severino was already obsolete by the 1880’s when a new renovation was projected. Cannons of the Elorza system were installed. These new cannons had a greater reach and were of better performance, at the same time allowing more freedom for aim and motion. Such iron cannons were mounted over wooden carriages with metal wheels, which in turn where mounted on wood carriers that moved over arched roller paths. At least one was installed at San Antonio’s bastion and four in the San Juan’s Platform.


These new pieces of artillery appear indicated in several of plans and maps of the era. More so, we have located a XIX Century photograph where four of the wooden, wheeled carriages appear on the San Juan’s Platform.

When archaeologists were monitoring the works carried out on the platform, two of the aforementioned roller paths were located carved onto the floor, exposing them for the first time in decades. A third semicircular structure was also discovered, probably related to the placement of a third piece of artillery. In consideration, the installation of all these artillery pieces required major modifications which included demolishing part of the wall embrasures and firing steps so that the troop could see over the parapet. Despite not having all these extraordinary wooden carriages today, the roller paths have been preserved carved on the rock floor and can be seen at Castillo de San Severino today.



martes, 10 de octubre de 2017

El Camino cubierto y sus guijarros : The covered way and its cobblestones

El camino cubierto, también denominado entrada encubierta, era un camino terraplenado protegido por el parapeto. Forma parte de la defensa marítima de la fortaleza y comunica el puente levadizo con la puerta de acceso a la Plataforma de San Juan.


El muro que da a la bahía posee varias aspilleras para la defensa con fusil en caso de ataque. Durante su restauración en el año 2006 se descubrió el piso original del camino. Se pudo determinar que estaba compuesto por una diseñada organización de guijarros o chinas pelonas, que adornan el transitar al interior de la fortaleza. Luego de la voladura del castillo en 1762, se plantearon varias modificaciones para el camino cubierto, aunque entre 1777 y 1781 aún no se habían completado.

Algunos cambios adicionales también se plantearon, como aumentar su profundidad, lo cual aparentemente nunca se llevó a cabo. Este constituye la entrada principal al Castillo, por lo que parece haber sido elegido para colocar la tarja fundacional y uno de los escudos que tuvo el inmueble. Si bien no se conoce del paradero de estas importantes piezas, la detallada observación de los muros permitió ubicar dos espacios cavados en los sillares del muro al final del camino cubierto, donde se abre una pequeña plaza. Ambos lugares parecen coincidir con la tarja y el escudo desaparecidos. Hoy se pueden apreciar estos espacios que otrora sostuvieron dos de los emblemas de San Severino.


The Covered way and its cobblestones

The covered way, also called the covert entrance, was a terraced path protected by a parapet. It is part of the maritime defense of the fortress and communicates the drawbridge with an access door to San Juan’s Platform. The seawall of the way still has several loopholes used for rifle defense in case of attack. The original floor was recovered during its restoration in 2006. It consists of an organized pattern of cobblestones which adorn the way to the interior of the fortress.


After the damage inflicted by the explosion in 1762, several modifications were proposed for the covered way. These included increasing its depth, although by 1781 they had not yet been completed. Others were never carried out.

The covered way constituted the main entrance to the Castillo, as thus, it was chosen as the place to house the foundational plaque and one of the fort’s two coat of arms. Although these important pieces are lost today, detailed observation of its walls allowed the location of two spaces carved at the end of the covered way where a small plaza opens up. These two spaces seem to match the missing plaque and coat of arms. Today was can still see the reserved spaces where these two emblems were originally emplaced as part of this tour.

viernes, 15 de septiembre de 2017

El puente levadizo del Castillo de San Severino: The Drawbridge-the first protected entrance

Los puentes constituyeron obras fundamentales en las fortificaciones. Su función no era sólo conectar diferentes espacios construidos para la defensa que estaban separados por el foso, sino también crear obstáculos en caso de necesidad. Estos pueden ser levadizos, estables, fijos o durmientes y giratorios. San Severino cuenta con dos puentes, uno que era levadizo y otro fijo o durmiente.

Vista del puente levadizo del Castillo. Fotografía de principio del s. XX,
Colección Manuel Bustamante, Universidad de Miami (UM).

El puente levadizo comunica el camino serpenteado que le sigue a la puerta principal de la fortaleza con la Plataforma de San Juan, su obra de avanzada. Se construía de forma mixta, con una parte fija con una base de pilares de madera, ladrillos o mampostería, y la otra parte levadiza, con un tablero de madera del ancho de la puerta que la cerraba cuando se elevaba. El puente debía suspenderse con un mecanismo de cadenas o masas cilíndricas de hierro. Al levantarse este puente se cerraba el acceso al parapeto aspillerado de la plataforma, aislando la fortaleza a través del foso.

Vista del puente levadizo en 1898-1899 durante la ocupación norteamericana

Hoy en día el mecanismo que lo elevaba ha desaparecido. Durante los trabajos de restauración que se realizaron en el año 2006 se logró recuperar parte de uno de los dispositivos que lo suspendía. Los pilares de madera de este puente fueron sustituidos por sillares en 1851. Tras años de abandono, el puente desapareció, pero fue nuevamente erigido en las labores de restauración del 2008, aunque esta vez como puente fijo.


The Drawbridges of Castillo de San Severino: The first protected entrance

The bridges were fundamental features of fortifications. Their function was not only to connect different spaces built for a defense that was separated by the moat but also to create obstacles in case it was necessary. They can be classified as drawbridges, movable, immovable or dormant, swing bridges, etc. San Severino had two: one drawbridge and one immovable or dormant bridge. 

A modern view of the reconstructed drawbridge, looking west. 

The drawbridge communicated the access way that follows the main gate of the fortress with San Juan’s Platform, the forts’ advanced defense. It was built with a fixed part, which had a base of wooden pillars and bricks or masonry. The movable part consisted of a wooden board the same size of the door that closed when it was raised. The bridge was to be suspended with a chain mechanisms or cylindrical iron counterweights. When the bridge was lifted, the access to the platform’s parapet was closed, allowing the moat to isolate the fortress. Today the elevating grating mechanism has disappeared. 

During the restoration carried out in 2006, it was possible to recover part of the lifting drums that were used to draw the bridge up. Masonry pillars replaced the wooden pillars of the bridge in 1851. The bridge disappeared after years of abandonment but was again erected during the restoration in 2008, although as a dormant bridge this time.


sábado, 26 de agosto de 2017

La Huella de una Explosion: The British Occupation of Matanzas in 1762

La Toma de La Habana por los ingleses es un hecho bastante famoso en la historia de Cuba. Lo que no se conoce mucho es que los ingleses también tomaron Matanzas y se apoderaron del occidente de
Cuba por casi un año.



















Luego de la capitulación de La Habana, dos fragatas se dirigieron a Matanzas, pero ya las noticias de la rendición de la capital habían llegado, aunque aclarando que ello no incluía al resto de la isla. Sin embargo, el 26 de agosto de 1762 el Comandante del Castillo de San Severino, Felipe García Solís, da la orden para colocar dinamita en los baluartes de la fortaleza. Su objetivo: destruir el inmueble para que no pudiera ser ocupado por los ingleses. Acto seguido, se trasladó en bote hasta El Morrillo, desde donde escapó a Villa Clara. La actitud de Solís fue cobarde, como lo señalaron en el juicio que se realizó en su contra. Los ingleses igualmente ocuparon la ciudad y la fortaleza y al irse, se llevaron consigo gran parte de los cañones y otros pertrechos de bronce. Hoy, queda la huella, en una de las paredes del baluarte de Santa Ana, de la explosión del castillo. Parte de la roca estructural sobre la que se edificó la fortaleza está rajada de forma atípica, lo que sugiere una relación con la voladura de 1762. Lo cierto es que el estruendo debió alarmar a los habitantes de la ciudad, más aún cuando supieron que la principal defensa de la urbe estaba en ruinas y su Comandante camino a salvar su pellejo.




















Vestiges of an explosion: The British occupation of Matanzas (1762)

The siege and capture of Havana by the English is a famous event in Cuban history. What is not widely known is that they also seized Matanzas and most of western Cuba for about a year. After Havana’s capitulation, two frigates came to Matanzas, but the news about the surrender of the nation's capital had already been received; although it was clear that this did not include the rest of the island. However, on August 26th 1762, the commander of Castillo San Severino, Felipe García Solís, ordered to dynamite and blow up the bastions. His objectives was to destroy the fort so the English could not occupy it. After that, he then sailed to El Morrillo, and from there he escaped to Villa Clara. Solís’ attitude was cowardly, as it was pointed out later on the trial against him. The English also occupied the city and the fort, and when they left, they took most of the bronze cannons and other war supplies. Today we can find the vestiges of the explosion on the walls of Santa Ana’s
bastion. Part of the structural rock, on top of which the fortress was built, is uncharacteristically cracked, suggesting a relationship to this event in 1762. The explosion should have alarmed the city inhabitants, more so when they learned that the main defense of the city was in ruins and that his Commander had escaped to save his life.

miércoles, 9 de agosto de 2017

La Guerra Hispano-Cubano-Americana: "arqueologia antes de la arqueologia" (bilingual)***

La Guerra Hispano-Cubano-Americana es uno de esos conflictos importantes que no han sido abordados en profundidad, mucho menos desde la arqueología. Como resultado de esa guerra, USA se convirtió en una potencia imperial, de la cual Puerto Rico es todavía una colonia “libre asociada”. Cuba se encontraba enfrascada en su Guerra de Independencia, iniciada en 1895, pero con antecedentes que se remontan a 1868. Cuando USA se suma al conflicto, gran parte del trabajo ya estaba hecho. Luego de la explosión en La Habana del acorazado estadounidense Maine, las relaciones entre España y USA fueron de mal en peor, hasta declararse la guerra, aunque unos días antes ya USA había comenzado el bloqueo de las costas del occidente de Cuba. Para ellos ya había comenzado una ventajosa “pequeña y esplendida guerra”, según diría el Secretario de Estado John Hay. El final de la guerra es muy conocido: el hundimiento de la flota hispana, la toma de Santiago de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. ¿Pero quién se acuerda o conoce del bombardeo a Matanzas?


Desde la arqueología se han hecho algunos trabajos en los campos de batalla resultados de estos enfrentamientos. Los intereses han estado, sobre todo, en esas batallas importantes, como las acontecidas en Santiago de Cuba. Pero, ¿qué se conoce del inicio de la guerra? El inicio no ha sido tan destacado y podemos decir, hasta olvidado. Los medios oficiales estadounidenses y españoles lo minimizaron como una mera práctica, que en parte, les permitió a los norteamericanos demostrar su superior tecnología como preludio a su poder militar. Algunos medios de prensa amarillista lo ensalzaron con propósitos económicos evidentes, en un momento donde las noticias sobre la guerra eran perseguidas. Pero el “simple” bombardeo de Matanzas del 27 de abril de 1898 parece ser más complejo de lo anunciado. Y es precisamente ese suceso lo que ha generado un proyecto de investigación desde la arqueología, impulsado por Progressus Heritage & Community Foundation y la Oficina del Conservador de Matanzas, para abordar la dinámica del conflicto, las estrategias defensivas y ofensivas, el rol de la prensa y el impacto de una batalla “insignificante” que podría haber influido en el desarrollo de la Guerra.
 
 
Pero, ¿por qué “the archaeology before archaeology”? Pues porque este proyecto todavía se encuentra en esa primera etapa recopilando información histórica, geográfica, toponímica, para proyectar los reconocimientos arqueológicos iniciales. Se ha partido, como es lógico, de la historia conocida. Con el estudio de la documentación histórica disponible en planos olvidados y documentos en los archivos, se está aportado al conocimiento del conflicto. Es fabuloso encontrar tantos grabados de esa batalla “insignificante” producidos en USA y España, como resulta evidente, pero también en Italia y Francia, un poco más distantes del conflicto. Descubrir que fue el foco de una de las primeras películas de la historia del cine, o que fue noticias en distantes y disímiles países es, al menos, intrigante.


También, los primero análisis de algunas evidencias arqueológicas, como los proyectiles ojivales disparados por uno de los barcos de la Flota del Atlántico Norte dirigida por el Rear Admiral William Sampson, están aportando los primeros indicios para una comprensión más profunda de la batalla. La evidencia recogida promete cambiar la historia. ¡Y esto es sólo el comienzo!



The Spanish-Cuban-American War: "archaeology before archaeology"


The Spanish-Cuban-American War is one of those important historical conflicts that have not been tapped deeply enough, even less so from an archaeological point of view. Because of this war, the United States became a commanding and imperialistic world power, of which Puerto Rico is still a vestige. At the time, Cuba was involved in its own War of Independence from Spanish rule; a War that had started in 1868, and by 1898, the Cubans had victory in the horizon. Soon after the explosion of the USS Maine in Havana’s harbor, the relations between Spain and the US worsened, until the Declaration of War was announced. However, several days before, US forces had already begun a blockade of the western coasts of Cuba. For them, a “splendid little war” had begun, as Secretary of State John Hay called it. The end of the war is perhaps is well known: the destruction and sinking of the Spanish fleet, the siege of Santiago de Cuba, Puerto Rico and the Philippines. But who remembers or even knows about the bombardment of Matanzas?


Archaeological research has been conducted in several of its battlegrounds of this war, with the main interests focused on the most famous battles, such as those of San Juan Hill in Santiago de Cuba. Nevertheless, what do know about the beginning of the war? The beginning of this conflict has not been highlighted enough and has been as a result, nearly forgotten. The official media of the US and Spanish sources have minimized the bombardment as a mere “practice” or military exercise, in which the technologically superior US showed off its prowess; maybe as a prelude to its future position on the military world stage. May of the news sources in general and the jingoist and yellow press in particular hinted at the evident economic advantage for the news business, surely, because these news interests were desirable and had a market. They were vested. Yet, the “simple” bombardment in Matanzas Bay, on April 27, 1898, is more complex than it seems. Precisely, such complexity has generated an archaeological project, directed and organized by Progressus Heritage and Community Foundation in association with the Conservator’s Office of the City of Matanzas. This project seeks to research the dynamics of this conflict, the defensive and offensive strategies involved, and interpret the role of the press in the world impact of this “insignificant” military action, and its impact on the war itself.


But why “archaeology before archaeology”? This project is still in its infancy. We are currently revising all the historic, published accounts, geographical, toponymical, and other documentary evidence from which to focus the initial field archaeology reconnaissance and research. We have begun, logically, from the known historical accounts and witness accounts. With the information gathered so far, a new image of the conflict is emerging. It is fabulous to discover the diversity of the engravings dedicated to Matanzas bombardment, not only those made in the US and Spain but also ones made in France and Italy. It is intriguing that the theme of one of the first motion pictures in the history of cinematography was dedicated to this “insignificant” encounter.

We are also analyzing some of the first archaeological artifacts associated to the bombardment. These include projectiles excavated from the coastline, which had been fired by the US fleet of battleships under command of rear admiral William T. Sampson, which is being studied to gain a deeper understanding of the military actions of the bombardment. Overall, the evidence we have gathered so far promises to change the known history, and this is only the beginning!



*** This post was originally published on the Day of Archaeology site, in celebration of Archaeology Day. Este post fuer originalmente publicado en el sitio Day of Archaeology, en celebración del Día de la Arqueología.

lunes, 24 de julio de 2017

Los Boy Scouts y el monumento a los patriotas/ The boy Scout's monument to cuban patriots

A la izquierda de la entrada original del Castillo de San Severino se encuentra uno de los monumentos erigidos en la fortaleza. Está dedicado a los patriotas de la Guerra de Independencia de Cuba que fueron fusilados en estos muros. Fue inaugurado el 24 de febrero de 1915, a veinte años de haberse iniciado la guerra.


Una tarja conmemorativa con inscripción honorífica sobre un pedestal con cuatro columnas encadenadas, acompañada por un cañón con una flor de lis grabada. Este se develó en el Castillo de San Severino como parte de las actividades realizadas en la provincia por el incipiente movimiento de Boy Scouts. Con los años, el monumento quedó olvidado, sobre todo cuando la entrada original se reemplazó por el nuevo acceso en el Baluarte de San Ignacio. Con la restauración del inmueble, también se rescató este espacio, que no sólo es un homenaje a los mártires de la independencia, sino que también recuerda al escoutismo en Matanzas, uno de los lugares donde se inició el movimiento en la isla. Algo interesante sobre este monumento es precisamente el cañón. Si bien esta pieza de artillería pudiera formar parte del armamento de la fortaleza, al parecer no fue así. La flor de lis fue el símbolo adoptado por los Boy Scouts desde 1907, por lo que parece que el cañón fue cuidadosamente elegido para el monumento por su doble simbología: un cañón asociado a la fortaleza, con la flor de lis que representa al movimiento.



The Boy Scouts and their monument to the patriots of the War of Independence

One of the several monuments erected on the Castillo de San Severino is located to the left of the original entrance. This one is dedicated to the patriots of the Cuban War of Independence who were shot at the fort. It was inaugurated on February 24th, 1915, twenty years after the beginning of the war. It has a commemorative plaque with an honorary inscription resting on a pedestal and four chained columns; a cannon with an engraved fleur-de-lis accompanied the monument. This was unveiled in the Castillo de San Severino as part of the activities carried out by the then incipient Cuban Boy Scouts movement; the first in the province.


Something interesting about this monument is precisely the cannon. Although this artillery piece was thought to have been part of the fort’s armament, apparently it was not. The fleur-de-lis was the symbol adopted by the Boy Scouts in 1907, so it seems that the cannon was carefully chosen for the monument for its double meaning: a cannon associated with the fort, and the fleur-de-lis representing the Scout's movement. Over the years, the monument was forgotten, especially when the original entrance was replaced by the new access at San Ignacio’s bastion. This space was rescued during the restoration of the fort. It is a tribute to the martyrs of the Cuban independence and reminds us about the Boy Scouts in Matanzas, and their beginnings on the island.

martes, 6 de junio de 2017

A bilingual visitor’s guide for Castillo San Severino

We have just finished compiling and editing a new Visitor’s Guide for Castillo San Severino, the Slave Route Museum, located in Matanzas city, Cuba. The new guide provides the historical base for the ground tour and is full of newly discovered information about the fort’s history. Our contribution is one of the avenues we use with our Foundation to generate and diffuse not only about science and history but also about the current patrimonial preservation of our national treasures. Our goal with this book is to provide the Slave Route’s Museum, and the townspeople of Matanzas, with new and freely available information about their beloved San Severino, which otherwise they could not afford.

Les presentamos una nueva guía bilingüe para visitantes del Castillo de San Severino, Museo de la Ruta del Esclavo, en la ciudad de Matanzas, Cuba. Esta nueva guía que hemos compilado y editado provee la base histórica para el recorrido de los visitantes al Castillo. Ella está llena de información novedosa, recién descubierta, sobre la historia de esta antigua fortaleza. Nuestra contribución con este libro parte de las directrices que guían nuestra fundación Progressus para generar y difundir no solo nueva información científica e histórica, sino también para conocer el estado de conservación de nuestro patrimonio y tesoros nacionales. Nuestra meta con este libro es proveer al Museo de la Ruta del Esclavo y la población de Matanzas con una nueva fuente de información gratuita y ampliamente disponible, sobre el irreemplazable Castillo de San Severino.


Available here/Disponible aquí


INDICE


  1. Los exploradores y el monumento a los patriotas / Boy Scouts and their monument to the independence patriots
  2. Huella de una explosión: la toma de Matanzas por los ingleses (1762) / Vestiges of an explosion: the British occupation of Matanzas (1762)
  3. El puente levadizo: la primera entrada protegida / The Drawbridge: the first protected entrance
  4. El camino cubierto y sus guijarros / The Covered Way and its cobblestones
  5. Colisas para cañones en la Plataforma de San Juan / Cannon roller path on the San Juan Platform
  6. Los aljibes y el almacenamiento de agua / The cisterns and water storage
  7. El escudo de armas, una pieza enigmática / The Coat of Arms, an enigma
  8. Lugares de fusilamiento en el foso de la fortaleza / Firing lanes in the fortress moat
  9. La Plaza de Armas, el patio de la prisión / The Plaza de Armas, the prison yard
  10. Las bobedillas bajo la rampa: de almacén a letrina / The small vault under the ramp: from storeroom to latrine
  11. El Castillo se convierte en prisión: entre muros y rejas / The Castillo becomes a prison: among walls and bars
  12. Las tarjas y las guerras de independencia / The commemorative plaques and the wars of independence
  13. El primer calabozo: la celda de Antonio López Coloma / The first dungeon: the prison cell of Antonio Lopez Coloma 
  14. El grafitis de San Lázaro: prisioneros y religiosidad / The Saint Lazarus graffiti: prisoners and religiosity
  15. La Casa del Gobernador: diferencias militares y sociales / The Governor’s House: military and social differences
  16. El cañón con cureña de madera: del barco a la fortaleza / A cannon with a wooden carriage: from the ship to the fort
  17. Las garitas: vigías de la bahía / Bartizans: bay sentinels
  18. Las piezas de artillería y la defensa de la fortaleza / The artillery and the defense of the fortress
  19. Las marcas de canteros en el foso de la fortaleza / Mason marks in the moat of the fortress
  20. Escribiendo en los muros: estadounidenses en la fortaleza / Writing in the walls: Americans in the fortress 
Planta del Castillo de San Severino basado en el plano de Mariano de la Rocque (1777)

viernes, 19 de mayo de 2017

Fort San Severino gets new exhibit poster!

Fort San Severino and the Slave Route Museum are getting a new poster dedicated to the only surviving wood cannon carriage at the fort today. Such wooden trucks or carriages were designed to carry the heavy cannons and to help in its transport and aim. Our poster includes not only a visual of the main features of this carriage but also the “before and after” results of a recent restoration of the piece.
The poster was designed and printed by one of us (Odlanyer), and will be donated to San Severino as our Foundation’s effort to provide better visuals to museum’s exhibits, that will not only help promote the history of the artillery used at the old fort, but also further its historical understanding.

El Castillo de San Severino y el Museo de la Ruta del Esclavo adquirirán un nuevo poster dedicado a la única cureña de madera que se conserva hoy en la fortaleza. Las cureñas eran montajes de madera sobre ruedas que servían para cargar y dirigir mejor la puntería de un cañón. En el poster se incluye no solo las características de este tipo de cureña, sino también el antes y después del proceso de conservación de la pieza.
El poster fue diseñado e impreso por uno de nosotros (Odlanyer), y será donado al Castillo de San Severino en pos de los ideales de nuestra Fundación hacia difundir nuevo conocimiento sobre nuestros tesoros nacionales. Este poster proveerá al museo con una nueva exhibición que ayudara al público visitante profundizar sobre la historia de la artillería en el viejo fuerte.

 
 
 

sábado, 29 de abril de 2017

Interesting Geoformation at Fort San Severino, Matanzas, Cuba

Por: Johanset Orihuela

In this post, I will attempt to merge two of my favorite sciences, historical archaeology, and geology, by discussing a geological formation underlying the already attractive fort San Severino in the picturesque bay of Matanzas, northwestern Cuba.
Underlying all architectural structures there are geological formations. They serve as the foundation for the structures that we build on them or as a quarry for the myriad of construction materials and necessary natural resources derived from them. They are true substructures to our daily existence and a constant reminder of the importance of geology in our everyday life.

Figure 1: View of Fort San Severino's position in the northern coastline of Matanzas bay.

Background on Fort San Severino


Fort San Severino is a 322-year-old Spanish colonial fort, and the oldest surviving architectural structure in the city of Matanzas (fig.1, 2). The city of Matanzas is itself a tricentennial port city on the north coast of Cuba that acquired world fame during the sugar boom of the 19th century (Hernandez, 2006). I will dedicate a whole post on this marvelous city and its history later (hint hint).
San Severino was planned as a component within the military protection belt of the region of Havana. This region had a geopolitical span that included the small population of Matanzas (Alfonso, 1854). The bay of Matanzas was spottily underpopulated then but had frequent illicit trade along with sporadic pirate attacks. This illicit commerce and pirate raids, in a way, prompted the Spanish crown for its protection (Alfonso, 1854). The most famous incident is without a doubt that of the Dutch privateer Piet Hein when his ships attacked and possessed the Spanish treasure fleet (the Silver Fleet or Silverloot) right on the bay in 1628. Other previous, but of nevertheless interesting occurrences include that of the Veracruz fleet who took refuge in the bay running from Jacques de Sore in 1555, and the capture of Francesco Estroce by Pedro Menendez Marquez in 1580 (Dominguez, 1959). An instance in which the bay of Matanzas served as a military-strategic locality.


Figure 2: Fort San Severino, where the masonry merges into the underlying Jaimanitas Formation at Santa Ana bastion; photo looking North.


Plans for the construction of the fort began in the 1680s, but the first stone was not placed until the fall of 1693 when the city was officially founded (Alfonso, 1854; Hernandez, 2006). In fact, this post is about its building stones, its masonry, and the Jaimanitas formation, which is its underlying geological setting. The Jaimanitas formation was originally called coastal "Seboruco" by Alexander Humboldt, and other geographers of the 18th and 19th century, but not described until 1940 (Lexicon, 2014:47). Both the masonry and the Jaimanitas Fm. are biogenic fossil-rich limestones formed in shallow warm marine environments, and its coastal span is also the geological substrate to other coastal military forts around the bay. 
There are many ways to classify limestone. This is usually done based on its composition and content. Limestone is a carbonate sedimentary rock most commonly formed in warm and shallow clear waters, formed from the accumulation and compaction of reef debris, bits of coral, shells, alga, sand, and even fish fecal pellets within a Calcium carbonate matrix. The definitions given below are a form of lithological classification, which pertains to the macroscopic aspect of the rock or simply those aspects visible to the naked eye. In the petrographic sense or the microscopic characteristics of the rock, such limestones are named for the particulates or clasts that make them up and the type matrix or cement that holds everything together (fig. 2, 3). 


Figure 3: Part of the East wall section. The stone masonry lies over the uplifted Pleistocene reef that is the Jaimanitas Fm. Bullet holes are visible in this section, a reminder of its military past. Note how the limestone was shaved to accommodate the masonry.


Fort San Severino sits on the Jaimanitas Formation, an uplifted coralline limestone formed underwater from coral reef rubble, sand, and microscopic microorganisms during the latter part of the Pleistocene epoch, between 180,000 and 82,000 thousand years ago. This formation surrounds the coastal parameter of the bay of Matanzas, and most of the Cuban archipelago (Cabrera and Penalver, 2003). 
Recent uplifting due to plate movements and the resulting adjusting and readjusting of consequent fractures of the rock has raised or uplifted some of these massive reef biomes above present sea level, providing a geological setting to the region where fort Severino lies. One can now walk on what used to be coral reefs 5-10 meters below water during the Pleistocene (fig. 2, 3).

Formations


Geologic formations are the basic units of lithostratigraphy (from the Greek lithos = meaning rock, and the Latin stratum = layer), which is a technical term for the science that studies rock layers, their age, and their origins. There are many practical and intellectual benefits for human society in their study. In the practical sense, knowing about rock beds and their possible age is essential for a bundle of everyday practicalities such as basic materials, the discovery of fossil fuels or minerals, and many other resources that right now many take for granted. Geology is inseparably linked to human social and economic development and advance. Formations are often composed of several types of rocks, but with distinctive, identifiable characteristics as a whole. The limestone of the Jaimanitas Fm. is generally a fossiliferous limestone, meaning that its composition is comprised of fossilized organisms, mostly extant, which also gives it the name of organogenic limestone (Lexicon, 2014:47). When these layers of sediment form and consolidate into rock they record within themselves clues to the conditions of the environment that allowed for their formation.
The association of some Quaternary fossils characterizes the Jaimanitas formation, although index fossils are not yet assigned to it specifically (Cabrera and Penalver, 2003). These fossils include colonies of scleractinian corals such as Acropora and Diploria species (fig. 4) and the mollusk shells of the large queen conch Strombus gigas visible in figure 5. These fossils dot the sea walls and masonry that encases the fort.


Figure 4: Fossilized colony of the brain coral Diploria sp. in situ within the reef rubble on the fort's old natural sea wall.

Interesting Problem


The stones that make up the masonry of the fort are also composed of what seems to be the same limestone which generally makes up the Jaimanitas fm. But here is a contradicting problem. Local legends and some accounts recount that the stones used for the construction of the fort, quarried by slaves and prisoners, came from the hills north of the fort, and thus not from the surrounding coastal rock which is the Jaimanitas fm (Hernandez, 2006: 40). The Jaimanitas formation does not extend far away from the coast, and could not have been quarried anywhere else, except in its proximal coastal settings. Moreover, the first formation that pinches out into the hills rising behind the fort, which is the Canimar formation, is made up of marl, a softer and older limestone. Could these legends be wrong, and instead the rocks were mostly quarried right on where the fort was built?
Documentation shows this is likely so. Few letters sent from the general Severino de Manzaneda to the king of Spain Charles II (in Spanish Carlos 2) dating between 1693 and 1694 hint at the extraction, in situ, of the Jaimanitas limestone using explosives (AGI/Santo Domingo, 457; Hernandez, 2006: 42). Some of these documents suggest the recycling of the rock excavated from the leveling of the moat was used as a building material as well. In one of the letters Severino mentions its usefulness because of the rock's hardness, he calls them "piedras durisimas" or really hard stones (Hernandez, 2006: 42). This could explain why most of the masonry observed at the fort resembles the Jaimanitas fm.Yet, these are just observations that have not been properly tested. To confirm them, one would have to sample all these geological formations and compare them lithologically and petrologically to several samples from the fort's base rock and masonry. But that will be a project for the future. 


Figure 7: Fossilized queen conch Strombus gigas on one of Severino's walls.

Addendum: November 24, 2016


It was recently brought to my attention (thanks to Odlanyer Hernández, an archaeologist friend, and colleague) that the conclusion reached here from my observations were in fact tested and published in the 1980's and 90's by a local researcher Samuel Gerardo. Gerardo found that the rocks could have indeed only come from the coastal limestones of the Jaimanitas fm. and not the softer rocks from other forms surrounding the bay. 
I want to end with words from S. Hernandez's book on Fort San Severino (my translation from Spanish) because I think with them she captures the essence, a bit of the romanticism and nostalgia associated with the investigation of such antique structure where so many things happened to human lives for so many years:

"...This investigation is just a start point, this theme is not extinct and the research must continue. Unearthing and unraveling the anecdotes and occurrences impregnated on the walls of the old fort is just a matter of time. The waters of the bay no longer wash its shore, but the sea is visible from its interior..."

References


Alfonso, Pedro. 1854. Historias de un Matancero: apuntes para la historia de Cuba, con relacion a la ciudade de San Carlos y San Severino de Matanzas. Marsal y Ca., Matanzas.

Archivo General de Indias (AGI)/Santo_Domingo, 457: Severino al Rey: feb. 1693 and 3 de nov. 1694.

Cabrera, Miguel and Leandro L. Penalver. 2003. Contribucion a la estratigrafia de la formacion Jaimanitas y su relacion estratigrafica con las demas formaciones del Pleistoceno superior. Memorias GEOMIN, 2003, La Habana, March 24-28, ISBN 959-7117-11-8.

Dominguez, F. J. Ponte, 1959. Matanzas: Biografia de Una Provincia.

Hernandez Godoy, Silvia. 2006. El Castillo de San Severino: Insomne Caballero del Puerto de Matanzas. Ediciones Matanzas, Matanzas, Cuba.

Stratigraphic Lexicon of Cuba. 2014. Instituto de Geologia y Paleontologia, Editorial Centro Nacional de Informacion Geologica.

viernes, 28 de abril de 2017

Arqueología de la Arquitectura en el Castillo de San Severino

Por: Boris Rodríguez

Entre los días 24 y 28 de abril del 2006 se realizó el I Taller de Arqueología de la Arquitectura en el Castillo de San Severino, Museo de la Ruta del Esclavo en Matanzas. Este taller fue impartido por un equipo de investigadores del Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, integrado por los arqueólogos Roger Arrazcaeta Delgado, Lisette Roura Alvarez y Adrián Labrada Milán. El objetivo del mismo fue el adiestramiento de especialistas de la Dirección Provincial de Patrimonio, así como implementar por vez primera esta novedosa metodología en el estudio de las fortificaciones cubanas.

Odlanyer Hernández-de-Lara indica algunos de los cambios ocurridos en la fortaleza. Lo acompañan, de izquierda a derecha: Adrián Labrada, Boris Rodríguez, Silvia Hernández y Roger Arrazcaeta.

Este edificio militar fue la más importante fortificación que conformaba el cinturón defensivo de la ciudad de Matanzas durante los siglos XVIII y XIX, y constituye el único exponente de los actos fundacionales de la misma que ha sobrevivido. Los inicios de su construcción datan de 1692 y en sus más de 300 años ha sufrido procesos transformadores de diferentes magnitudes: desde la voladura de sus baluartes en 1762 –durante la toma de La Habana por los ingleses– y su posterior reconstrucción, en la que se llevaron a cabo cambios internos y externos a la fortaleza, las constantes y necesarias reparaciones, readaptaciones para prisión, hasta el deterioro paulatino causado por agentes naturales, ya sean la lluvia, el aire salino de la bahía y la vegetación, entre otros. Todo ello conllevó a continuas alteraciones de su estructura, impuestas por necesidades funcionales y espaciales, las cuales se hicieron patentes con la adición de nuevos muros y paredes – tabiques, recrecimientos, demoliciones parciales, y transformaciones.

Roger Arrazcaeta y Odlanyer Hernández-de-Lara analizan la dinámica constructiva de San Severino.


Si bien, algunos hechos aparecen registrados documentalmente, otros que también cambiaron en diversa medida la fisonomía constructiva de esta fortificación no quedaron asentados en las fuentes escritas, y además, en ninguno de los casos es sencilla la determinación de transformaciones, pérdidas y adiciones al edificio, lo cual sólo es posible con el uso combinado de la metodología de la Arqueología de la Arquitectura. Esta se ha aplicado con éxito en inmuebles ubicados en el Centro Histórico de la Habana Vieja, aportando datos imprescindibles para la interpretación y restauración de dichas edificaciones.

En esa ocasión, los trabajos se volcaron hacia el estudio de la planimetría histórica existente, así como de los inventarios ejecutados por los ingenieros militares que trabajaron en la fortificación durante las remodelaciones y transformaciones de la misma. Igualmente, se identificaron un total de 445 unidades estratigráficas básicas, las cuales constituyen el punto de partida para los ulteriores trabajos de Arqueología de la Arquitectura. Todo ello contribuirá al estudio de las reconstrucciones en los baluartes, cambios de pavimentos, tapiado de vanos, sustitución de puertas y ventanas, sustitución de carpintería por herrería, reparación y destrucción de muros, emplazamiento de nuevos armamentos, construcción de vías de acceso y cambios de ubicación de los servicios sanitarios, entre otros. Este análisis también nos permitirá identificar zonas de gran potencial arqueológico, con vistas a efectuar excavaciones y estudiar la cultura material correspondiente con los componentes humanos que residieron en este inmueble. No obstante, el futuro levantamiento fotogramétrico del inmueble agilizará sobremanera estos trabajos, dotándolos de una mayor calidad en el registro arqueológico.

miércoles, 8 de febrero de 2017

Una medalla para Matanzas (1898)


Por: Odlanyer Hernández de Lara y Boris Rodríguez

Las medallas constituyen una de las formas más comunes de reconocimiento individual en las contiendas bélicas. Este tipo de condecoración militar está relacionada con acciones extraordinarias o servicios distinguidos, como forma de premio honorífico. La Guerra Hispano-Cubano-Americana no estuvo exenta de ellas. De hecho, al culminar la guerra, se produjeron una serie de medallas vinculadas a determinadas batallas, que fueron otorgadas a quienes participaron. Matanzas quedó grabada en una de esas medallas.
Durante la investigación sobre la primera batalla de la Guerra Hispano-Cubano-Americana, desarrollada al mediodía del 27 de abril de 1898 en la bahía de Matanzas, Boris Rodríguez, uno de los investigadores del proyecto Progressus, encontró la referencia a una serie de medallas relacionadas con la contienda cubana entre las cuales se encuentran dos dedicadas a los enfrentamientos en Matanzas (abril 27 y mayo 6). Oficialmente denominada como Medalla de los Enfrentamientos Navales en las Indias Occidentales, es conocida como Medalla de Sampson. Fue diseñada por el escultor estadounidense Daniel Chester French (1850-1931), autor de la famosa estatua que compone el monumento a Abraham Lincoln en la ciudad de Washington DC. Según Malcolm Storer (1922), estas medallas fueron aprobadas por Ley del Congreso de los Estados Unidos con fecha del 3 de marzo de 1901 y otorgadas a todos los oficiales y hombres de la Marina y la Infantería de Marina que participaron en los enfrentamientos efectuados en las Indias Occidentales entre el 6 de mayo y el 14 de agosto de 1898[1]. A pesar de que la fecha de inicio es del mes de mayo, el autor incluye la primera batalla, acontecida en Matanzas a finales de abril.

Ejemplo de la medalla completa, en este caso perteneciente al USS New York, donde cada barra de metal corresponde a una batalla, incluyendo a Matanzas en primer lugar. Imagen obtenida de: http://www.omsa.org/view-image/?imageid=12338&catid=503

La propuesta de las medallas fue hecha el 2 de marzo de 1901 por el representante demócrata por el estado de Louisiana Adolph Meyer[2]. La resolución conjunta (S.R. 115) fue aprobada entre aplausos por el discurso patriótico con que Meyer la presentó. Esta refiere:

Resolved by the Senate and House of Representatives, etc., That the Secretary of the Navy be, and he is hereby, authorized to cause to be struck bronze medals commemorative of the naval and other engagements in the waters of the West Indies and on the shores of Cuba during the war with Spain, and to distribute the same to the officers and men of the Navy and Marine Corps who participated in any of said engagements deemed by him of sufficient importance to deserve commemoration: Provided, That officers and men of the Navy or Marine Corps who rendered specially meritorious service otherwise than in battle may be rewarded in like manner: And provided further, That any person who may, under the provisions of this act, be entitled to receive recognition in more than one instance shall, instead of a second medal, be presented with a bronze bar, appropriately inscribed, to be attached to the ribbon by which the medal is suspended. And to carry out the provisions of this resolution the sum of $25.000, or so much thereof as may be necessary, is hereby appropriated out of any money in the Treasury not otherwise appropriated.”
“Resuelto por el Senado y la cámara de representantes, etc., Que el Secretario de la Marina, y que por este medio, se autoriza a hacer que se realicen medallas de bronce conmemorativa de los enfrentamientos navales y otros en las aguas de las Indias occidentales y las costas de Cuba durante la guerra con España, y distribuir la misma a los oficiales y hombres de la marina y la infantería de marina que participaron en cualquiera de dichos enfrentamientos considerados por él de suficiente importancia para merecer la conmemoración: previsto, que los funcionarios y hombres de la marina o la infantería de marina que rindieron un servicio especialmente meritorio, que no sea en la batalla, también puedan ser recompensados en esa manera: previene además, Que cualquier persona, bajo las provisiones de este acto, tenga derecho a recibir más de un reconocimiento, en vez de recibir una segunda medalla, sea presentado con una barra de bronce, debidamente inscrita, para acoplarse a la cinta por la que se suspende la medalla. Y para llevar a cabo las disposiciones de esta resolución la suma de $25.000, o tanto sea necesario, se asigna por a presente cualquier dinero en la Tesorería no de otra manera apropiada”

Esta medalla de honor no era para todos, sino para aquellos que participaron en enfrentamientos de suficiente importancia en las aguas de las Indias Occidentales que merezcan especial conmemoración. Una foto histórica donde aparece un oficial con una Medalla Sampson puede observar los siguientes enlaces [foto 1] [foto 2]. El Secretario de la Marina sería el encargado de elegir las acciones de especial importancia. “The joint resolution properly recognizes the fact that there may be services performed which were especially meritorious otherwise than in battle”, apuntó Meyer en su discurso. Para cerrar, alegó:
“But the gratitude of this country for those who fought in the waters of the West Indies remains to be expressed and typified in an enduring, permanent shape worthy of them, worthy of us, and worthy of the spirit which, from Revolutionary days until now, has rendered honor to those who have periled life in the country’s service.”
“La gratitud de este país para aquellos que lucharon en las aguas de las Indias Occidentales debe ser expresada y caracterizada en forma perdurable y permanente digna de ellos, digno de nosotros y digno del espíritu, desde la Revolución hasta nuestros días, ha hecho honor a quienes han arriesgado su vida al servicio de este país."
La medalla estaba provista de barras de bronce sobre la cinta que llevan los nombres de las embarcaciones en que sirvieron los destinatarios. En el frente presentaban el busto, del Almirante WilliamSampson, mirando a la izquierda, con la inscripción: US NAVAL CAMPAIGN • WEST INDIES 1898 / WILLIAM SAMPSON / COMMANDER IN CHIEF. En el reverso, una vista de tres militares en escena de guerra, disparando un cañón, con la inscripción de la ciudad y la fecha en que se desarrolló la batalla. Una de estas piezas, correspondiente a Matanzas fue adquirida recientemente por Progresus Heritage and Community Foundation. Si bien la cinta que acompaña a la pieza metálica parece haber sido reemplazada, se puede ver la inscripción: Matanzas / April 27, haciendo referencia a la batalla que inauguró la intervención estadounidense en la Guerra de Independencia de Cuba.



Medalla Sampson, con el detalle del reverso donde se lee: Matanzas, April 27





[1] Storer, Malcolm (1922), Naval Medals of the Spanish-American War. The Numismatist, July, pp. 319-322.
[2] Congressional Record (March 2, 1901), pp. 3441-3442.